Su objetivo es contribuir a mejorar la seguridad alimentaria, gracias a la conservación de la diversidad genética de las especies silvestres emparentadas con las plantas cultivadas. En el marco de la Estrategia Nacional para la Conservación y Utilización Sostenible de los Parientes Silvestres de los Cultivos y de las Plantas Silvestres de Uso Alimentario, impulsada por el Ministerio de Agricultura, estas primeras reservas genéticas deberán culminar en el establecimiento de una red nacional que se integre en otra europea, con capacidad para reducir el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición
El trasfondo es que gran parte de los cultivos que proporcionan el grueso de la alimentación humana se caracterizan por poseer una estrecha base genética y, por tanto, carecen de la diversidad genética necesaria para adaptarse a los nuevos escenarios y la aparición de nuevas plagas y enfermedades derivadas del calentamiento climático. Por ello, resulta de interés establecer reservas genéticas que permitan la conservación in situ de poblaciones representativas de los parientes silvestres de los cultivos más prioritarios. En España hay cerca de 500 especies catalogadas como parientes silvestres de cultivos prioritarios, pero ninguna de ellas estaba siendo conservada in situ y bajo la perspectiva del ODS2.
Al mismo tiempo, es esencial que dichas reservas genéticas cuenten con un apoyo complementario de conservación ex situ de muestras representativas de semillas en bancos de germoplasma que faciliten el acceso al material genético y puedan servir para restaurar estas poblaciones naturales.
Se ha desarrollado durante los años 2019, 2020 y 2021 en la Reserva de
la Biosfera de la Sierra del Rincón (Madrid) implicando a los vecinos de
sus cinco municipios, su población escolar (incluidos los grados
superiores del centro GSD de Buitrago del Lozoya), emprendedores locales
de varios sectores y las dos administraciones (local y autonómica) con
competencias sobre el territorio de la reserva.
La iniciativa vino del sector publico y fue realizada por las Universidades Politécnica y Rey Juan Carlos de Madrid y la Dirección General de Biodiversidad y Recursos Naturales de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura de la Comunidad de Madrid. Solo estos organismos públicos tenían el conocimiento y los recursos necesarios para poder desarrollar un proyecto con estas características en la reserva de una biosfera protegida y que pretende sentar las bases para el establecimiento de una red nacional de reservas genéticas.
Para más información se puede consultar la web https://www.sierradelrincon.org/proyecto-parientes-silvestres-comestibles/
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